Existen diversas técnicas elementales para la realización de artesanías en metal. Algunas de ellas son el grabado, cincelado, repujado y modelado, prácticas que se aplican comúnmente en materiales como latón, cobre, hojalata, estaño, zinc, entre otros metales.
En el caso del hierro, muy utilizado para hacer esculturas, se emplean distintas técnicas de trabajo, como el repujado que consiste en golpear chapas o varillas de hierro, ya sea en frío o en caliente, para conferirle la forma deseada por el artista.
Por otro lado, la forja, si bien no es representativa de la escultura, suele ser utilizada en ocasiones para crear piezas realmente espectaculares. Representa el arte de darle forma al hierro por medio del fuego y el martillo.
También, podemos mencionar a la soldadura eléctrica, a través de la cual se funde un electrodo de hierro en las superficies que se desean unir, mediante el paso de corriente eléctrica. Dicha práctica da la posibilidad de unir objetos de hierro diversos, como chatarra, piezas preformadas por medio del repujado o la forja, etc.
En cuanto a la soldadura autógena, consiste en una soldadura que permite generar una escultura por aporte, técnica similar a la que se aplica en la arcilla. A pesar de que este tipo de soldadura es menos fuerte que la lograda por la soldadura eléctrica, posee la ventaja de permitir la creación de obras más plásticas.
Tipos de grabado
El concepto de grabado incluye aquellas técnicas cuya peculiaridad es la de poseer grabadas en hueco sobre una plancha de metal, las líneas o tramas que serán impresas luego en papel. Las técnicas del grabado calcográfico son, por cierto, diversas.
Hay dos tipos de grabado sobre plancha metálica: el grabado directo, en el que se inscribe el buril, el llamado “punta seca” y el mediatinta o “manera negra”; y el grabado indirecto, que abarca el aguafuerte, el empleo de barniz blando, la obtención de relieves y el fotograbado.
El grabado a buril, también conocido como talla dulce, es una técnica que no necesita el tratamiento con ácido de la plancha metálica. Confiere hermosos efectos y una amplia extensión de matices. Los metales más usados para dicha práctica son el acero, el cobre, el zinc y, fundamentalmente, el cobre.
En tanto que se llama “punta seca” al procedimiento por el cual se puede realizar un grabado en una plancha de cobre, acero, zinc, o galalita, con el uso de un punzón de acero, ágata o diamante. Se caracteriza por la delicadeza de sus trazos, con incisiones poco profundas, motivo por el cual el número de impresiones que puede obtenerse es escaso.
La mezzotinta o manera negra es una técnica que consiste en granear la plancha que se ha de grabar con un graneador, la herramienta que indicada para tal fin, confiriéndole al metal un aspecto granuloso. Con este procedimiento es posible lograr una surtida gama de tonos grises, difuminados y blancos.
Por su parte, la técnica de Hayter, que proporciona la oportunidad de aplicar distintos tipos de impresión, ya sea con una o varias planchas de metal, consiguiendo distintas densidades de tinta y una pluralidad de matices en el color.
En fin, las técnicas y procedimientos de grabado sobre metal es por demás diversa. Depende del artesano y del tipo de obra que desee plasmar, la selección de una práctica en detrimento de las otras.